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Si me preguntasen cual es la técnica más excitante para pescar truchas a mosca, sin dudarlo ni un instante, mi respuesta sería, “Pescar a mosca seca con sedal pesado”.

Tengo la gran suerte de vivir en una zona es la que es factible disfrutar de una jornada a mosca seca cualquier día del periodo hábil, de hecho, el 80% de mis salidas a truchas son a mosca seca. Creo que no hay sensación como tener delante de nosotros una hermosa “kilera” comiendo ávidamente moscas en la superficie y ver como tras realizar todo correctamente esa hermosa trucha, es liberada.

Hermosa trucha común capturada en aguas del río Mundo con un tricoptero del 16#

Tras unos minutos andando por esa escurridiza corriente en la que hemos puesto a prueba las placas de aluminio de nuestras botas, divisamos en el “culero” del próximo pozo una hermosa fario de más de 40 cm., el corazón se acelera; nos acurrucamos y ralentizamos nuestros movimientos para no espantar a tan noble pez; pensamos la estrategia a seguir y revisamos nuestro bajo, especialmente nuestro terminal; comprobamos que la mosca esté en óptimas condiciones y pensamos “vamos allá”. Es aquí donde se ponen de manifiesto las horas perdidas en el parque, mientras nuestra línea evoluciona hacia adelante y hacia atrás en una sincronía perfecta. El tiempo parece detenido, mi corazón se ha ralentizado al mismo tiempo que palpita más fuerte; un falso lanzado y se extiende la línea para llevar la mosca un metro delante de las fauces de tan hermosa trucha, posamos. El tiempo se detiene por completo mientras observamos como esa “espeluchada” imitación deriva escorada hacia la ventana de la trucha, esta se percata de que algo con aspecto de comida pasa cerca de su hocico y lentamente se dirige hacia ella, siguiéndola y observandola detenidamente hasta que, por fin, abre sus fauces y la engulle con parsimonia. Es en este momento que se esboza en mi cara una sutil sonrisa, mientras pienso “gané”. Ya no importa si se desanzuela o parte, es indiferente, lo bonito ya ha pasado y permanecerá en mi memoria para el resto de mis días. Apenas sin sacarla del agua, solamente queda liberarla y darle las gracias por regalarme tan inolvidable momento. Esto que acabo de describir es para mí la verdadera “esencia de la pesca a mosca”.

Tabla del río Segura

Al igual que en la pesca a ninfa nos hemos dado cuenta de la importancia de reducir el efecto de todo aquello que parasita en la deriva de nuestras ninfas, en la pesca a mosca seca ocurre exactamente lo mismo, hemos de reducir al mínimo todo aquello que parasita en la deriva de nuestra mosca.

LA LÍNEA O SEDAL PESADO

Como sabemos, una imitación de mosca no es más que un anzuelo cubierto de pelos y plumas, algo de peso ínfimo que debemos de ser capaces de poner delante de las fauces del pez, y para ello utilizamos un sedal pesado, que es lo que impulsamos y llevará la mosca hasta el lugar elegido.

Da igual que la línea se pose sobre la superficie o se mantenga elevada, cuanto más ligera y fina sea mucho menos parasitará la deriva de nuestras moscas. Piensa por un momento que, al reducir el diámetro de línea, proporcionalmente se pierde más masa que superficie lo que favorece la flotación de esta y además se vera menos afectada por el rozamiento que el agua efectúa sobre ella, al flotar más alta.

Busca siempre un equilibrio entre la línea que vas a utilizar y los diferentes condicionantes que te encontraras a lo largo de una jornada de pesca, tamaño y tipo de mosca, tipo de agua, viento, etc..

En general soy de la opinión de que la línea en su conjunto (Sedal pesado + bajo de línea) es la parte más importante del equipo del mosquero pues la línea es lo que impulsamos, es lo que llevará nuestra mosca hasta el pez, es lo que corregimos, nos ayuda a retrasar el dragado de las moscas, es el elemento de conexión entre el pez y el pescador, es la parte del equipo que podemos modificar a pie de río, es el fusible de nuestro equipo.

EL BAJO DE LÍNEA

Digamos que, a mi modo de ver, el bajo de línea es la parte configurable del equipo del mosquero y en gran medida es el elemento que más peso tiene a la hora de retrasar el dragado de nuestra mosca. Un bajo de línea largo, fino y con una alta tasa de flotabilidad nos ayudará a retrasar el dragado de nuestra imitación, por lo que siempre hemos de buscar el equilibrio entre el tipo de bajo, tamaño de la imitación, tipo de río a pescar y caña a utilizar.

LA CAÑA DE MOSCA PARA PESCAR A SECA

La elección de la acción de la caña es algo muy personal y siempre soy de los que recomiendan probar esta “herramienta” antes de comprarla, otra cosa es la potencia y longitud. Como ideal de potencia, opino que una caña de línea 3#, permite manejar un amplio rango de líneas con cierta soltura (Desde una #1 a una #5) y cuenta con la potencia suficiente como para manejar truchas importantes, si sabemos hacerlo. La longitud ya es otra cosa, y es que ya no se encuentran cañas de 9 pies y el estándar parece estar en 9´6”, 6 pulgadas (15,24 cm) más de longitud que el estándar habitual hasta hace unos años que era de 9 pies. Yo sigo siendo un hombre de 9 pies, chapado a la antigua, pero pesco a mosca seca posando la línea en el agua. Quizá, si pescase con un bajo muy largo, evitando que este tocase el agua para retrasar el dragado, utilizaría una caña más larga, pero no 15 cm si no medio metro, mejorando el alcance y las derivas. Un aspecto olvidado muchas veces es que pasamos muchas horas pescando y moviendo nuestro equipo de pesca hacia atrás y hacia adelante, la ligereza del conjunto importa, una caña corta se equilibra mejor con un carrete menos pesado y esto se nota. En fin, allá cada uno con sus manías, yo sigo siendo fiel a mis nueve pies.

EL CARRETE

No solamente sirve para almacenar la línea, creo que es muy importante buscar un equilibrio tal que haga que todo el equipo se sienta bien en la mano, la caña no debe de resultar cabezona y el carrete no debe de resultar demasiado pesado. Además, existe un punto que parece olvidado por la mayoría de los mosqueros, y es que si pescamos con maromas de 0.22 mm en el «Tachuña» pues no es muy importante, pero si hilamos fino el freno empieza a tomar peso. El freno del carrete no es otra cosa que un elemento mecánico que nos permite regular la fuerza que ha de soportar la parte más débil del equipo “El Terminal” y que regulado correctamente nos evitará la rotura de este. Un freno progresivo, con regulación micrométrica, es de gran ayuda de cara a proteger los terminales más finos. Durante años he usado carretes sin freno debido a su ligereza, ayudándome de la mano en la bobina para detener el avance del pez en su huir. Pero la presión que el pescador ejerce sobre la bobina no es cte, al menos yo soy un manazas en este aspecto lo que, como en mi caso, puede llevarte a perder los mejores peces de la temporada al usar hilos resistentes, ya que los anzuelos se abren o la boca del pez se desgarra. No es esto lo que quiero.