El caso es que hoy en día, la mayoría de fabricantes de líneas se han centrado en el desarrollo de perfiles WF, algo lógico si pensamos en las posibilidades del mercado existente, dada la mayor versatilidad de estos perfiles, ya que en ellos podemos jugar con las combinaciones de diferentes diámetros y longitudes de línea de disparo, cono trasero, barriga y cono delantero. Esto permite crear perfiles de línea enfocados para un uso específico y que es el «Talón de Aquiles» de los perfiles DT, cuyo uso, digamos podemos considerar más genérico y mucho menos versátil, ya que carecen de línea de disparo y el diseño del cono trasero no afecta al comportamiento de la línea.
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A pesar de lo anterior existe un mundo en el que los perfiles DT tienen sentido, al menos para mi, es el mundo de la pesca con equipos de baja numeración realizada a cortas y medias distancias.
Como habrás podido adivinar, estoy pensando en la pesca de truchas con líneas que van del 1 al 4, principalmente en escenarios en los que la distancia de pesca no supera los 15 m, tanto a ninfa como a seca, pero veamos.
La pesca a mosca de truchas ha evolucionado en los últimos años hacia una pesca mucho más sutil, cuya tendencia ha venido marcada por la necesidad de minimizar el impacto producido por los principales «parásitos» en la presentación de nuestra imitación. Estos son el bajo de línea y la línea. Aunque ya desde antiguo, conscientes de este problema, aquellos pescadores habilidosos y conscientes de sus actos, desarrollaron una serie de técnicas encaminadas a minimizar el impacto de la línea en la deriva de la imitación. Pero veamos, no todos tenemos la capacidad de «pintar» derivas que tiene Azpilicueta, por lo que ante este panorama y aprovechando los avances en materiales de la industria relacionada con la pesca a mosca la tendencia ha derivado en el uso de equipos de baja numeración.
Decía un poco más arriba que no tiene mucho sentido el uso de perfiles WF para pescar truchas en líneas de baja numeración, principalmente del #1 al #4, y esto es porque, si bien en medidas gruesas hay un buen diferencial entre el diámetro de la línea de disparo y el grosor de la cabeza de nuestra línea que potencia el conseguir distancia mucho más fácilmente cuando disparamos, en las líneas de menor peso la diferencia de diámetro entre la línea de disparo y la cabeza no es tan significativa por lo que las diferencias en disparo con un perfil DT no son tan grandes.
Por otra parte, Para empezar a ver diferencias reales entre un perfil WF y un DT hemos de tener fuera de la punta de la caña, para una misma longitud de línea, al menos parte del cono trasero del perfil WF, y esto ocurre a partir de los 8.5 ó 9 m de línea volada.
Habitualmente se usan bajos de línea de entre 5 – 6 m de longitud, lo que, suponiendo que volemos unos 8.5 – 9 m de línea, quiere decir que nuestra mosca se podrá posar entre los 13 y 15 m de distancia y es a partir de estas distancias donde, siempre dependiendo del tipo de perfil WF, podremos empezar a notar alguna mínima diferencia, y que por lo general serán más de manejo de línea que de capacidad de disparo.
Para terminar, quiero indicar que una razón de peso para muchos puede ser la posibilidad de usar con idénticas prestaciones las dos puntas de la línea en un perfil DT, lo que en teoría hace que el uso de la línea lo podamos prolongar al doble de tiempo.
